El cuerpo me exige descanso, pero mi espíritu busca recuperar el tiempo, tendré que quitar el pie del acelerador y aprender a frenar un poco, si sigo manejando así en las curvas de mi vida moriré pronto, no es que me asuste la muerte, todo lo contrario, la respeto y hasta cierto punto la espero; sin embargo he de decir que justamente ahora no la quiero cerca, me gusta la experiencia que me da la vida, la sensación de ser un envase vació ha ido quedando cada vez mas lejos, cada día me siento mejor, me conozco mejor, mido mis limites de maneras menos demenciales y disfruto al máximo cada momento... tengo una quemadura que me hace ver como si tuviera una langosta pegada que lo afirma, un bikini recién estrenado y un nuevo y desenfadado placer por el baile.
Pensándolo bien soy una mujer feliz, desempleada, pero feliz.... y en gran parte por que deseo ser desempleada, ya llegara el momento en que me dedique a lo que ahora soy o pronto seré, ahora si realmente, toda una psicóloga
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