Guardo el hastió en una bolsita de terciopelo que me guardo amarrada a la cintura...
Floto...
Viajo a través de las nubes levemente iluminadas por la luna (me resultaría imposible realizar este viaje de día)
Con la punto de mis dedos acaricio el halo de luz que se presenta alrededor de la Luna...
Suelto una lágrima, amarga como ha de serlo siempre.
Ya hace casi 2 años desde que me dejaste, me abandonaste y contigo se fue una parte tan grande de mi que me era indiferente la figura que se me cruzaba en el espejo; esa figura desencaja e incapaz de reír no era yo, era un cuerpo vació, un cuerpo sin alma, esa te la llevaste tu, la enterraron contigo...
Sigue doliéndome tu ausencia, pero ya me reconozco, ya he sido medianamente capaz de recuperar mi alma y mis sueños, ya soy feliz, pero siempre hay un dejo de tristeza y amargura en mi alma...
La pequeña bolsa de terciopelo se abre y me embriaga, me hace sentir que no vale la pena, pero tengo la voluntad suficiente para cerrarla con mas fuerza y seguir buscando, incansablemente, buscando.
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