No me alcanzarían las palabras para describir la realidad actual que estoy viviendo, a fuerza de honestidad me siento terriblemente fatigada, ese dolorcito rico que se siente en todo el cuerpo tras el conocimiento del trabajo bien cumplido. Tengo la inmensa satisfacción de saber que estoy haciendo algo chingón, algo que me hace feliz.
Podría pintar una imagen romántica y cursi y decir algo así como: "Las sonrisas de los niños lo valen", pero a fuerza de ser honesta, tengo que decir que simplemente son 3 días, aún no conozco, aún no se realmente de que se trata todo, pero la gente, la gente, las miradas y las manos dispuestas a ayudar, las ganas de hacer las cosas, siempre buscando la mejoría, trabajar mejor, saber realmente que esta pasando; me gusta mi trabajo, pero me gusta aún más, la gente con la que trabajo, ahí radica el verdadero bienestar.
Viene la felicidad en botellitas, se vende al precio de una sonrisa y se contagia a distancia, simplemente hay que estar lista para distinguirla ente las multitudes y las banalidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario